Programa 1/2023. Sociología para el día a día. De la academia a la práctica cotidiana "Las cifras negras del delito"
Programa 1/2023. Sociología para el día a día. De la academia a la práctica cotidiana "Las cifras negras del delito"
El primer programa trata las cifras negras del delito, es decir, todos esos delitos que ocurren pero que, por diferentes motivos, no se denuncian oficialmente ante las autoridades y, por tanto, no se reflejan en ningún registro policial o judicial. Algunas estimaciones realizadas apuntan a que un 64,7% de los hechos que las víctimas consideran delictivos no es reportado a las autoridades policiales (enlace).
Para conocer la realidad delictiva existen dos fuentes de información numérica principales. Por un lado, estadísticas y registros de denuncias; por otro, encuestas de victimización a una muestra representativa de la población a quien se le pregunta por diferentes cuestiones que se incluyen en un cuestionario.
Lo que hace una encuesta es preguntar directamente a la gente si ha sufrido algún delito con independencia de que este fuera denunciado, de que haya una sentencia condenatoria e/o, incluso, de que la experiencia se considere tipificada como delito en el Código Penal. Como se observa, en lugar de ser la policía la que informa sobre la actividad delictiva (cuántos y qué delitos se han registrado), lo que hace una encuesta es preguntar directamente a la gente si ha sufrido algún delito. Por lo tanto, los datos proporcionados por las estadísticas oficiales reflejan aquellos casos conocidos por la policía, los juzgados o los centros penitenciarios, pero se limitan a los delitos denunciados.
La potencialidad de una encuesta de victimización va más allá de poder estimar la cifra negra del delito, pues con ellas es posible conocer, preguntando a la ciudadanía, por la sensación de inseguridad y miedo al delito que tiene al pasear por la noche por su barrio o al utilizar el transporte público y por la percepción social del delito (por ejemplo, si cree que ha aumentado o disminuido en los últimos años), por citar solo algunas cuestiones claves.
De la última encuesta realizada en Andalucía en 2019 sobre estas cuestiones (enlace), sabemos que las mujeres manifiestan mayor sensación de inseguridad, en comparación a los hombres. En concreto, frente al 8,6% de hombres, el 22,3% de mujeres encuestadas responde sentirse muy inseguras al caminar solas por su barrio de noche (14 puntos porcentuales más que los hombres).
Como menciona el profesor Navarro Ardoy, del Departamento de Sociología de la UPO, “dar a conocer este tipo de cuestiones es una cuestión de primer orden, hoy, mucho más, en una sociedad como la que vivimos caracterizada por el consumo de información, el uso de las tecnologías de la información y la abundancia de mitos y prejuicios entorno a este fenómeno”. A lo que añade, “frente a la propagación y difusión deliberada de información falsa, manipulada o sesgada con propósitos hostiles exenta de base empírica sólida, muchas veces agresiva y violenta, apostemos por las palabras bien dichas basadas en conocimiento válido y fiable… Y es que el lenguaje, cuando se infecta de falsas noticias, se ensucia, se vuelve asqueroso”.